Hermana de violador dijo que intentó secuestrar a su sobrina y pide que esté "de por vida en la cárcel"

En un caso que conmovió a la capital entrerriana, Juan Carlos Berutti, ex secretario general del Sindicato Único de Obreros y Empleados Municipales (Suoyem), de Paraná, fue condenado en 2001, a 14 años de prisión por el secuestro y violación reiterada de una nena de 12 años. El hecho había ocurrido en julio de 2000.

Su hermana Silvia, indicó que en diciembre de 2008 se le fue quitada las salidas socio-laborales con las que contaba desde julio del año pasado, ya que “se portó muy mal”. Esa misma hermana había sido quien se había hecho responsable de él, porque, según ella, “había dejado de fumar, predicaba mucho la palabra de Díos, veía que el Señor había hecho grandes cosas en él. Al ver que él estaba bien, insistí para la salida socio-laboral”, mencionó y recordó que Berutti era adicto a "la sustancia" en referencia a su afección por la cocaína.

El dirigente sindical había sido denunciado por secuestrar y violar a una nena de 12 años durante una fiesta que se había realizado el 15 de julio de 2000, en la propia sede del sindicato que conducía en ese entonces. La familia de la chica estaba en el lugar durante la celebración de un cumpleaños. De pronto sus padres la perdieron de vista y se alarmaron. De inmediato comenzaron a buscarla, pensando que se había ido del gremio. Pero luego se comprobó que Berutti la había encerrado en una habitación del lugar.
Consultada sobre el hecho por el cual su hermano cursa condena, Silvia dijo “lo siento un montón por la chica; no dudo de que eso ocurrió”, se lamentó.

Silvia, hermana de Carlos Berutti, confiesa que el hombre “tiene mujer e hijos”,pero que ellos “no se quisieron hacer cargo de él” y que como “creía que había cambiado”, después de haber pasado siete años en la cárcel, le gestionó las salidas socio-laborales. “Empezó a desempeñarse en una ladrillería, en ruta 12, camino a Crespo. Hicieron unos 10 mil ladrillos”, apuntó la mujer en referencia al cambio de actitud que la mujer notava en el gremialista condenado por violación.
Silvia comentó que la impresión de que su hermano “había cambiado” dejó de ser tal, en diciembre de 2008, cuando, de acuerdo a lo que le dijo, se dio cuenta que “todo era superficial lo que había hecho” y contó su aterradora experiencia.
“El 24 de diciembre (de 2008) llegó a casa a las 9 (las 21), diciéndome que había ido a predicación, se sentó y nos dijo: traigo estos bombones que son de bendiciones, hay que comerlos antes de irse a dormir”, relató Silvia Berutti. De acuerdo a lo expresado por ella, “me fue envolviendo, él no se quedaba nunca acá en casa a dormir, él siempre se iba a la ladrillería, esa noche se quedó. Cuando empecé a comer el bombón me sentí extraña, me acordé que a mi hija, Melina, le había extrañado que el bombón fuera blanco. Fui hacia la pieza de ella y me di cuenta que no era de dormirse tan rápido”, dijo y comenzó a despertarse su sospecha.

Para la mujer, Carlos Berutti, “tenía planeado secuestrarme a mi hija; ya tenía gente del Paraguay para llevársela”, estimó la mujer. Apuntó que esa noche (la del 24 de diciembre) su hermano le había insistido a la chica para que fuera a la Costanera. Al día siguiente, cuando la joven se despertó decía que “veía estrellitas y había vomitado”.
“Estaba todo planeado, yo podría dar nombres de personas que están en esto”, remató. De acuerdo a lo contado por Silvia, la familia se dio cuenta, al desenvolver uno de los bombones que no habían consumido y vieron que “tenía adentro una sustancia blanca, que había sido puesta”, con la que el condenado por violación habría intentado hacerlos dormir para cometer un "hecho aberrante".

Tras el suceso y cuando el sindicalista Berutti regresó al Penal, Silvia contó a Elonce TV que “fui a la cárcel y le pedí que le saquen las salidas”. Su propia hermana, confesó que “tiene miedo por la seguridad de su familia” y reconoció que "la adicción a la cocaína” de Carlos Berutti. Al mismo tiempo, afirmó que siente “gran confusión por todo lo que pasó”.
Actualmente, el sindicalista y violador, Carlos Berutti, ya no cuenta con el beneficio otorgado por autoridades penitenciarias y judiciales, y su hermana dice: “no quiero que salga en noviembre. Me explicaron que sí o sí sale, porque le van a dar las salidas por su conducta", dijo y explicó que el convicto "ya está a la mitad de su condena".
Sin embargo, la aterradora experiencia vivida por Silvia Berutti no fue el único caso ocurrido en su familia. La mujer relató que a partir de compartir la experiencia con sus familiares, luego se enteró que “ese mismo año se aprovechó de la pobreza de mi otra hermana y abusó de mi sobrina, con el tema de que la sacaba a la chica a trabajar, la nena tenía 13 años. Mi hermana se ‘guardó’ todo por la chica, que tenía terror”, confesó Silvia.
“Debe estar encerrado de por vida, necesita tratamiento, es una persona totalmente enferma", aseguró la mujer. "¿De qué estamos hablando que va pasar, si yo tapo esto"", se preguntó la hermana del gremialista que cumple condena por violación de una nena en el año 2000. Al mismo tiempo, Silvia se respondió y anticipó que "corre peligro otra persona”, expresó con lágrimas en los ojos.

Finalmente, Silvia Berutti tomó valor y confesó lo que en su opinión es el origen del aberrante comportamiento de su hermano. La mujer confesó que la familia tuvo “una infancia muy triste” y apuntó que su hermano “sufrió mucho, mi madre murió cuando éramos muy chicos. M padre era abusador. Hay cosas muy ocultas y muy oscuras que pasaron”, recordó.

Silvia dijo que “tiene miedo” porque Carlos “anda con mafia, con droga, porque las mismas personas que esperaban a mi hija en la avenida esa noche, están sueltas” y acotó que se trata de “una chica que estaba presa y también hay hombres”. Pidió seguridad para su familia ya que hoy “tenemos que estar controlando los autos que van y que vienen”.
La mujer aventura que “si Dios no hubiese estado ahí (en referencia a los hechos de diciembre), mi vida sería otra. Mi hija sería una Fernanda Aguirre más”. Para concluir, destacó su preocupación ya que “sabemos quien es él, es para alertar a otros. Carlos necesita un tratamiento, no sé si eso tiene cura para su mente. Estuvo muy bien los primeros tiempos, cuando volvió a la sustancia, se volvió a enfermar”.

[b]Si la hermana pide que lo metan preso...